Billy Graham dijo: “Las relaciones sexuales premaritales constituyen un error… La Biblia condena el sexo fuera de los lazos del matrimonio. El hecho de que la inmoralidad está extendida en toda la sociedad moderna, no la santifica”.
Nos hemos visto abrumados por la llamada revolución sexual. Se le han querido dar avisos de romanticismo e idealización fuera de toda proporción. Lo que se inició como un reto a los principios bíblicos, se convirtió rápidamente en el grito de batalla de los hedonistas: “Si te hace sentirte bien, hazlo – en tanto nadie salga lastimado”.
Qué irónico resulta este argumento sentimental en defensa de la inmoralidad, a la luz del legado devastador hecho a toda la sociedad: millones de nacimientos de criaturas ilegítimas, personalidades destruidas, divorcios, abortos y enfermedades venéreas abundantes, algunas de las cuales son incurables.
Dios prohíbe expresadamente la conducta sexual irresponsable, para evitarnos las consecuencias desastrosas que se generan. “El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor… huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo, mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca” (1 Corintios 6:13,18)
Dios condena la inmoralidad y ofrece el camino para liberarse de ella. En 1 Corintios 6: 6-11, el Apóstol Pablo declara que ningún inmoral sexual heredará el reino de Dios. No obstante, agrega: “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados (nacidos de nuevo), ya habéis sido santificados (limpios), ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1 Corintios 6:11,12)
Al igual que con cualquier otro pecado, Dios vence la inmoralidad por medio de la cruz.
Estrategia de Asesoramiento:
1. Hagan que la persona se sienta a gusto, agradeciéndole que les haya llamado. Traten de proyectarse como individuos que se preocupan por los demás, sin mostrar paternalismo. Tampoco sean demasiado críticos.
2. Traten de comprender toda la situación. Escuchen con sensibilidad y hagan preguntas sólo con el propósito de poder entender el problema con mayor claridad. No saquen conclusiones ni ofrezcan soluciones espirituales hasta tener una perspectiva completa.
3. Investiguen sus actitudes en relación al sexo. Sus opiniones les ayudarán a explicar su conducta sexual. Pregunten cuáles cree son las causas que contribuyen a su participación, si se siente culpable de ello, si lo considera como un pecado.
4. Pregúntenle si puede leerle porciones de la Palabra de Dios que se refieren al sexo premarital o extramarital. Hagan hincapié en que la Biblia es una fuente válida en lo tocante a las cuestiones morales. Lean todas o algunas de las citas siguientes: 1 Corintios 6:13,15-20; Hechos 15:20; Efesios 5:3; Colosenses 3:5 y Éxodo 20:14.
5. Por lo que establece la Biblia, sus actos inmorales son desagradables para Dios. Para agradar al Señor, debe arrepentirse de toda inmoralidad y renunciar a ella. (Lea 1 Corintios 6:9-11). Dios condena la conducta inmoral; pero nos ama y persona, si le confesamos nuestros pecados y recibimos por fe a Cristo Jesús como nuestro Señor y Salvador.
6. Destaquen la importancia de que la persona corte cualquier relación que pueda contribuir a su inmoralidad. “No erréis; las malas compañías corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33) El mejor lugar ara establecer nuevas amistades que le fortalezcan contra la tentaciones es la iglesia, donde se enseña siempre la palabra de Dios. Animen a su interlocutor que pueda ir al CCLT y participe en sus actividades. Una de sus metas debe ser convertirse en cristiano consagrado. La falta de una relación vital con Cristo es el factor principal de este problema.
7. Aconsejen a esa persona a que consulte al pastor en busca de aliento y consejos. Es probable que necesite hacerlo de una manera constante, durante cierto tiempo, para liberarse de las tentaciones y comenzar a caminar con el Señor.
8. Oren con ella para que reencauce por completo su mente su vida para la gloria de Dios.
Citas Bíblicas:
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados… Y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. (1 Juan 1:9 y 2:1)
“Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo”. (1 Corintios6:13)
“Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”. (Isaías 55:7)
“Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras… Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuentas: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”. (Isaías 1:16,18)
Nos hemos visto abrumados por la llamada revolución sexual. Se le han querido dar avisos de romanticismo e idealización fuera de toda proporción. Lo que se inició como un reto a los principios bíblicos, se convirtió rápidamente en el grito de batalla de los hedonistas: “Si te hace sentirte bien, hazlo – en tanto nadie salga lastimado”.
Qué irónico resulta este argumento sentimental en defensa de la inmoralidad, a la luz del legado devastador hecho a toda la sociedad: millones de nacimientos de criaturas ilegítimas, personalidades destruidas, divorcios, abortos y enfermedades venéreas abundantes, algunas de las cuales son incurables.
Dios prohíbe expresadamente la conducta sexual irresponsable, para evitarnos las consecuencias desastrosas que se generan. “El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor… huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo, mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca” (1 Corintios 6:13,18)
Dios condena la inmoralidad y ofrece el camino para liberarse de ella. En 1 Corintios 6: 6-11, el Apóstol Pablo declara que ningún inmoral sexual heredará el reino de Dios. No obstante, agrega: “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados (nacidos de nuevo), ya habéis sido santificados (limpios), ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1 Corintios 6:11,12)
Al igual que con cualquier otro pecado, Dios vence la inmoralidad por medio de la cruz.
Estrategia de Asesoramiento:
1. Hagan que la persona se sienta a gusto, agradeciéndole que les haya llamado. Traten de proyectarse como individuos que se preocupan por los demás, sin mostrar paternalismo. Tampoco sean demasiado críticos.
2. Traten de comprender toda la situación. Escuchen con sensibilidad y hagan preguntas sólo con el propósito de poder entender el problema con mayor claridad. No saquen conclusiones ni ofrezcan soluciones espirituales hasta tener una perspectiva completa.
3. Investiguen sus actitudes en relación al sexo. Sus opiniones les ayudarán a explicar su conducta sexual. Pregunten cuáles cree son las causas que contribuyen a su participación, si se siente culpable de ello, si lo considera como un pecado.
4. Pregúntenle si puede leerle porciones de la Palabra de Dios que se refieren al sexo premarital o extramarital. Hagan hincapié en que la Biblia es una fuente válida en lo tocante a las cuestiones morales. Lean todas o algunas de las citas siguientes: 1 Corintios 6:13,15-20; Hechos 15:20; Efesios 5:3; Colosenses 3:5 y Éxodo 20:14.
5. Por lo que establece la Biblia, sus actos inmorales son desagradables para Dios. Para agradar al Señor, debe arrepentirse de toda inmoralidad y renunciar a ella. (Lea 1 Corintios 6:9-11). Dios condena la conducta inmoral; pero nos ama y persona, si le confesamos nuestros pecados y recibimos por fe a Cristo Jesús como nuestro Señor y Salvador.
6. Destaquen la importancia de que la persona corte cualquier relación que pueda contribuir a su inmoralidad. “No erréis; las malas compañías corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33) El mejor lugar ara establecer nuevas amistades que le fortalezcan contra la tentaciones es la iglesia, donde se enseña siempre la palabra de Dios. Animen a su interlocutor que pueda ir al CCLT y participe en sus actividades. Una de sus metas debe ser convertirse en cristiano consagrado. La falta de una relación vital con Cristo es el factor principal de este problema.
7. Aconsejen a esa persona a que consulte al pastor en busca de aliento y consejos. Es probable que necesite hacerlo de una manera constante, durante cierto tiempo, para liberarse de las tentaciones y comenzar a caminar con el Señor.
8. Oren con ella para que reencauce por completo su mente su vida para la gloria de Dios.
Citas Bíblicas:
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados… Y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. (1 Juan 1:9 y 2:1)
“Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo”. (1 Corintios6:13)
“Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”. (Isaías 55:7)
“Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras… Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuentas: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”. (Isaías 1:16,18)