Incesto es el contacto sexual entre personas de la misma familia. Lo más probable es que quien llame sea una joven que denuncie algún contacto sexual (no necesariamente coito) con su padre, su padrastro, etc. También los jovencitos pueden ser víctimas del incesto.
En un noticiero reciente por televisión se le dio a esto el nombre de “vergüenza oculta” y se dijo que era “el delito más devastador y menos denunciado de Estados Unidos durante los últimos cinco años”. Se teme que de 100.000 a 1.000.000 de jóvenes de uno y otro sexo sufran abusos sexuales cada año.
El incesto es muy destructivo para un niño y, con frecuencia, el daño no se puede curar. Un juez de distrito de Estados Unidos observó recientemente: “Los niños víctimas de abusos sexuales han sufrido daños indescriptibles en sus cuerpos y sus almas”. Debido a su vergüenza, el temor o la sensación que han hecho algo terriblemente malo o que están siendo castigados, es raro que las víctimas del incesto denuncien el trato que reciben. El estar atrapado en una situación semejante genera confusiones y una “impotencia aprendida”.
Los niños que sufren abusos sexuales tienen una imagen propia muy baja, se sienten deprimidos y, con frecuencia, piensan en autodestruirse. Muchos huyen de su hogar y, a menudo, se entregan a las drogas, el alcohol y prácticas sexuales desviadas, tales como la prostitución y la homosexualidad. Incapaces de concentrarse en el aprendizaje, pueden tener muy bajas calificaciones en la escuela. Las probabilidades de que tengan éxito como adultos son muy escasas, porque muchos se suicidan. Esas personas requieren una simpatía y una ternura muy especiales. Traten de proyectar sobre ellos todo el amor que les sea posible.
Hay pocas esperanzas de poder liberar a la víctima de su situación, a menos que se detenga al que esté cometiendo el delito. Las personas culpables de incesto tendrán pocas probabilidades de cambiar, a menos que se les haga enfrentarse a las implicaciones legales de su delito. Una vez que esos hechos se pongan en conocimiento de los tribunales, las autoridades intervendrán, retirando a la víctima de su ambiente habitual. Finalmente, tanto los padres como la víctima necesitarán asesoramiento, tanto por separado como juntos, para poder hallar algún tipo de solución para el problema.
Con frecuencia, la víctima sufrirá las presiones de otros miembros de su familia para que no presente acusaciones ni dé su testimonio contra el culpable, debido a la vergüenza que tendrían que soportar si llegara a conocerse el “secreto de la familia”. El pastor podrá dar una ayuda enorme. De hecho, puede ser la única persona que pueda intervenir.
Estrategia de asesoramiento:
1. Asegúrenle a su interlocutor que hizo lo correcto al compartir su problema. Somos sus amigos y deseamos ayudarle.
2. Asegúrenle a esa persona que, aunque es posible que se sienta degradada, no es mala ni está envilecida. Se ha visto obligada o seducida para hacer algo degradante y puede estar confundida; pero no está loca. Lo ocurrido es muy malo; pero esa persona no es responsable de ello. Aunque víctima de los abusos, ya no tiene que sentirse intimidada ni ahogada por sus sentimientos de impotencia, autocompasión y autodesprecio. Deseamos ayudarle a resolver su terrible problema.
3. Asegúrenle que Dios le ama. Para el Señor, es alguien especial, tan valioso como cualquier otro ser humano. Dios le ama tanto que envió a Su Hijo Jesucristo a morir en la cruz por sus pecados. Explíquenle las Cuatro leyes espirituales.
4. Aconséjenle que comience a leer la Biblia.
5. Animen a su interlocutor para que pueda hablar con el pastor. Seguro le brindará toda la ayuda que esté a su alcance dar. También convendrá que vaya a ver a su consejero escolar o algún psicólogo dentro de la institución que lo pueda ayudar. Eso es algo que puede resultar difícil o embarazoso; pero se debe hacer.
6. Oren con ella, poniendo su problema en las manos del Señor. Después de hacerlo, asegúrenle a esa persona que cuenta con todo su interés lleno de amor cristiano y sus oraciones.
Citas bíblicas:
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas” (Proverbios 3:5-6).
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:6-7).
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. (1 Pedro 5:7).
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. (Mateo 11:28-29).
“Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venid a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”. (Mateo 19:14).
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos”. (Isaías 26:3-4)
No hay comentarios:
Publicar un comentario