lunes, 29 de agosto de 2011

Conocimiento de la voluntad de Dios

Dios tiene una voluntad específica o directa para la vida de cada cristiano. Nuestro propósito más elevado debe ser determinar exactamente cuál es Su voluntad para cada uno de nosotros y, luego, obedecerla, cueste lo que cueste.


Para conocer la voluntad de Dios para nuestra vida, primeramente debemos conocerlo a El. Nunca sabremos quienes somos, si primeramente no descubrimos a quién le pertenecemos. Aprendemos a conocerlo a El, cuanto más nos sometemos a Su autoridad (Señorío), y cuanto más nos apegamos a Su palabra y nos dejamos guiar por el Espíritu Santo. Experimentaremos el gozo de caminar dentro de Su voluntad, en proporción directa al conocimiento que tengamos de El y a nuestra sumisión a Su Persona. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus veredas”. (Proverbios 3:5-6).


Nota: Billy Graham escribió: “El conocimiento de la voluntad de Dios es la sabiduría más elevada. El vivir en el centro de la voluntad de Dios imprime el sello de sinceridad genuina a nuestro servicio al Señor. La persona puede sentirse miserable con muchas posesiones, si está fuera de la voluntad de Dios; pero puede disfrutar de paz en su corazón con muy poco, si está dentro de Su voluntad. Puede sentirse feliz en medio del sufrimiento si se encuentra dentro de la voluntad de Dios, o tener calma y paz en medio de las persecuciones, siempre y cuando esté haciendo lo que Dios quiere. La Biblia revela que Dios tiene un plan para cada vida y que si vivimos en amistad constante con El, nos conducirá al cumplimiento pleno de dicho plan”.


Estrategia de asesoramiento:


Feliciten a su interlocutor por su deseo de buscar lo más elevado y lo mejor. Mencione que, no obstante, sólo los hijos de Dios pueden conocer Su voluntad directa o específica para la vida.


Hay ocasiones en que los no cristianos expresarán el deseo de conocer la voluntad de Dios respecto a una decisión importante o un paso vital en su vida. Señálenle que lo primero que debe hacer para conocer Su voluntad es recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador. Explíquenle las “Cuatro leyes espirituales”.


En el caso de un cristiano que desea conocer la voluntad de Dios, sugiéranle algunos principios para conocerla.


1. Aconséjenle que enderece cualquier conducta o relación que pueda constituir una barrera que le estorbe para conocer la voluntad de Dios. A veces, una relación con el ser amado o un socio de negocios tendrá que concluir o confesarse algún pecado.


Haga hincapié en que el allanar el camino para Dios se debe hacer mediante la confesión (1 Juan 1:9), y con el prójimo, mediante una petición de perdón y la restitución, si es necesaria. “Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres” (Hechos 24:16).


2. Recomiéndenle que esté dispuesto a poner en práctica la voluntad de Dios, cueste lo que cueste. “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas 9:23).


3. Sugiéranle que debe reunir todos los hechos disponibles y, luego, examinar todos los aspectos y las circunstancias relacionadas con el conocimiento de la voluntad de Dios para su vida, a través de su propio intelecto y su sentido común, sus experiencias anteriores y los consejos de amigos que también siguen la voluntad de Dios. También debe someter a consideración sus propios dones y talentos.


4. Aconséjenle que busque la voluntad de Dios a la luz de las Escrituras reveladas. ¿Qué principios o prohibiciones se aplican? ¿Ha dado el Espíritu Santo versículos o promesas que puedan motivarle? “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105).


5. Indíquenle que debe orar continuamente para que Dios le revele Su voluntad, y también para ser tan espiritualmente perceptivo que logre discernirla. El siervo de Isaac dijo: “Guiándome Jehová en el camino” (Génesis 24:27).


“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios, en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Filipenses 4:6).


6. Debe mostrar toda la sensibilidad posible ante la dirección del Espíritu Santo, preguntándose a sí mismo: ¿Me está moviendo para acercarme o alejarme de algún modo de actuar en particular? “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyereis y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Juan 16:13).


7. Sugiéranle que se pregunte también: “¿Estoy tranquilo respecto a lo que considero los factores pertinentes? O bien, ¿me siento intranquilo e impaciente debido a la incertidumbre o a un conflicto interno? “Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre” (Isaías 32:17).


8. Aconséjenle que dé paso a la fe.


¿Es el momento para seguir adelante o para detenerse, todo esto por fe? ¿Debe responder el individuo a la luz que le da Dios a través de uno o más de los principios antes mencionados? “Encomienda a Jehová tu camino y confía en él, y él hará” (Salmo 37:5).



9. Aconséjenle que, como ejercicio en la práctica de examinar su progreso, prepare una lista bajo los encabezados de “pros”, “contras” y “alternativas”, con el fin de registrar cualquier indicio que le dé Dios sobre Su voluntad.


10. Ore con esa persona, pidiendo por las acciones iniciale sque ejecutará para poner en práctica lo anterior.



Citas bíblicas:


“El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón” (Salmo 40:8).


“¿Se complace Jehová tanto en holocaustos y víctimas como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros”. (1 Samuel 15:22).


“Si me amáis, guardad mis mandamientos”. “El que me ama, mi palabra guardará, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada con él”. (Juan 14:15,23).


“Pero sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”. (Santiago 1:22).


“Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra y te apacentarás de la verdad”. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará” (Salmo 37:3-5)


“Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad” (Salmo 84:11).

El incesto

Incesto es el contacto sexual entre personas de la misma familia. Lo más probable es que quien llame sea una joven que denuncie algún contacto sexual (no necesariamente coito) con su padre, su padrastro, etc. También los jovencitos pueden ser víctimas del incesto.


En un noticiero reciente por televisión se le dio a esto el nombre de “vergüenza oculta” y se dijo que era “el delito más devastador y menos denunciado de Estados Unidos durante los últimos cinco años”. Se teme que de 100.000 a 1.000.000 de jóvenes de uno y otro sexo sufran abusos sexuales cada año.


El incesto es muy destructivo para un niño y, con frecuencia, el daño no se puede curar. Un juez de distrito de Estados Unidos observó recientemente: “Los niños víctimas de abusos sexuales han sufrido daños indescriptibles en sus cuerpos y sus almas”. Debido a su vergüenza, el temor o la sensación que han hecho algo terriblemente malo o que están siendo castigados, es raro que las víctimas del incesto denuncien el trato que reciben. El estar atrapado en una situación semejante genera confusiones y una “impotencia aprendida”.


Los niños que sufren abusos sexuales tienen una imagen propia muy baja, se sienten deprimidos y, con frecuencia, piensan en autodestruirse. Muchos huyen de su hogar y, a menudo, se entregan a las drogas, el alcohol y prácticas sexuales desviadas, tales como la prostitución y la homosexualidad. Incapaces de concentrarse en el aprendizaje, pueden tener muy bajas calificaciones en la escuela. Las probabilidades de que tengan éxito como adultos son muy escasas, porque muchos se suicidan. Esas personas requieren una simpatía y una ternura muy especiales. Traten de proyectar sobre ellos todo el amor que les sea posible.


Hay pocas esperanzas de poder liberar a la víctima de su situación, a menos que se detenga al que esté cometiendo el delito. Las personas culpables de incesto tendrán pocas probabilidades de cambiar, a menos que se les haga enfrentarse a las implicaciones legales de su delito. Una vez que esos hechos se pongan en conocimiento de los tribunales, las autoridades intervendrán, retirando a la víctima de su ambiente habitual. Finalmente, tanto los padres como la víctima necesitarán asesoramiento, tanto por separado como juntos, para poder hallar algún tipo de solución para el problema.


Con frecuencia, la víctima sufrirá las presiones de otros miembros de su familia para que no presente acusaciones ni dé su testimonio contra el culpable, debido a la vergüenza que tendrían que soportar si llegara a conocerse el “secreto de la familia”. El pastor podrá dar una ayuda enorme. De hecho, puede ser la única persona que pueda intervenir.


Estrategia de asesoramiento:


1. Asegúrenle a su interlocutor que hizo lo correcto al compartir su problema. Somos sus amigos y deseamos ayudarle.


2. Asegúrenle a esa persona que, aunque es posible que se sienta degradada, no es mala ni está envilecida. Se ha visto obligada o seducida para hacer algo degradante y puede estar confundida; pero no está loca. Lo ocurrido es muy malo; pero esa persona no es responsable de ello. Aunque víctima de los abusos, ya no tiene que sentirse intimidada ni ahogada por sus sentimientos de impotencia, autocompasión y autodesprecio. Deseamos ayudarle a resolver su terrible problema.


3. Asegúrenle que Dios le ama. Para el Señor, es alguien especial, tan valioso como cualquier otro ser humano. Dios le ama tanto que envió a Su Hijo Jesucristo a morir en la cruz por sus pecados. Explíquenle las Cuatro leyes espirituales.


4. Aconséjenle que comience a leer la Biblia.


5. Animen a su interlocutor para que pueda hablar con el pastor. Seguro le brindará toda la ayuda que esté a su alcance dar. También convendrá que vaya a ver a su consejero escolar o algún psicólogo dentro de la institución que lo pueda ayudar. Eso es algo que puede resultar difícil o embarazoso; pero se debe hacer.


6. Oren con ella, poniendo su problema en las manos del Señor. Después de hacerlo, asegúrenle a esa persona que cuenta con todo su interés lleno de amor cristiano y sus oraciones.


Citas bíblicas:


“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas” (Proverbios 3:5-6).


“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:6-7).


“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. (1 Pedro 5:7).


“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. (Mateo 11:28-29).


“Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venid a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”. (Mateo 19:14).


“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos”. (Isaías 26:3-4)


domingo, 28 de agosto de 2011

El suicidio

La persona suicida siente que ha agotado todas sus opciones. La vida carece para ella de significado, propósitos, no ve ningún futuro, de modo que se pregunta por qué debe seguir soportando su infelicidad extrema, la angustia, la desesperación y la desolación. La obsesión de que nada cambiará jamás para mejorar la llena de un sentimiento de impotencia y con la convicción de que la muerte es la única escapatoria posible.


Dicha persona es víctima de la depresión, se siente torturada por los sentimientos de falta de valor personal, el pecado y el fracaso, los sentimientos de culpa y la necesidad de ser castigada. Las cosas que pueden condicionar a una persona a un estado de depresión que la puede conducir al suicidio o al intento de suicidio, son numerosas; ira, envidia, celos, temor, culpabilidad, autocompasión, desviaciones sexuales, drogas, alcohol, etc. Así pues, el consejero debe percibir obviamente que las causas fundamentales que conducen a una crisis de esa índole tienden a ser profundas y probablemente datan de mucho tiempo atrás. A decir verdad, muchas de ellas se remontan a la niñez y, por ende, son un indicio de la necesidad de asesoramiento profesional prolongado con un psicólogo o psiquiatra cristiano.


En esta situación, creemos que, aunque no todos los problemas causantes son de índole espiritual, la dificultad básica de la vida se debe a la separación de Dios que sólo se puede resolver mediante una relación personal con Cristo Jesús. Sin esta relación, no puede haber soluciones o bienestar real. A medida que la persona experimenta todo lo que implica la “nueva criatura en Cristo” (2 Corintios 5:17): perdón, liberación de los sentimientos de culpa y temor, un sentimiento de satisfacción y bienestar, nuevas orientaciones y motivaciones para vivir, etc., todo ello son fuerzas que se ponen en movimiento para generar un cambio radical. Es aquí donde el consejero puede prestar un servicio verdadero guiando al interlocutor hacia una relación personal con Cristo Jesús.


Algunas personas amenazan suicidarse para obtener atención y compasión. Buscan que alguien escuche sus dolencias y frustraciones; pero hay otras que se encuentran más allá de este punto y piensan con toda seriedad en su autodestrucción.


Es muy natural que el asesor se sienta inadecuado cuando se enfrente a este tipo de desafío; sin embargo, debe esforzarse por ayudar, recordando que nuestros recursos provienen del Señor. El estará extendiendo su mano amorosa y poderosa a través de usted. Siéntase motivado por las promesas de las Escrituras de que “para Dios todo es posible” (Mateo 16:26) y “si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios… y le será dada” (Santiago 1:5).


Estrategia de asesoramiento:


Se deben recordar dos metas principales:


· Compartan el evangelio como fuente de esperanza. Una nueva relación con Jesucristo puede generar el cambio necesario.


· Reúnan la información pertinente de la persona interesada, para el caso de que se presente alguna urgencia.


Asesoramiento para suicidas no cristianos:


1. Las entrevistas con personas de tendencias suicidas requieren el mayor tacto y la mayor paciencia posibles. ¡Estén listos para escuchar! Dejen que su interlocutor hable la mayor parte del tiempo, hasta que perciban la situación completa. Interrumpan la conversación de vez en cuando, formulando alguna pregunta pertinente, para mantenerla fluida. Si la persona les comunica algo, pídanle que le explique más ampliamente sus sentimientos. O bien, pregúntenle qué le ha llevado a una conclusión en particular. A menudo ayuda mucho la simple frase: “Hábleme sobre ello”.


2. Cuando la conversación se lo permita, comiencen a darle ánimos. Indíquenle que se ha dirigido al sitio correcto, porque ahí encontrará amigos que están dispuestos a escucharle. Sugiéranle que Dios le ayudará a descubrir soluciones y que verdaderamente le ama y se preocupa por él.


3. No minimicen ningún sentimiento o las conclusiones que pueda expresar respecto a sí mismo o su problema. Deben permitirle que exprese toda su ira acumulada, la tensión que padece y sus sentimientos de desesperación. No contradigan ninguna declaración que haga, excepto para estar en desacuerdo cuando proponga su “solución” para sus problemas.


Si dice que la vida no vale la pena, créanle. Es probable que para él, en el estado en que se encuentra, no valga realmente la pena. Eviten frases tales como: “Vamos, hombre, las cosas no pueden estar tan mal”, o bien, “No es usted tan mala persona como me quiere hacer creer”.


4. Asegúrenle a la persona que sus problemas tienen solución y que la esperanza no se debe perder. Si dejara que Dios interviniera en su vida, el Señor le perdonaría todo su pasado, poniendo las cosas en limpio por medio de Jesucristo. Jesús comprende perfectamente el sufrimiento porque El fue difamado, maltratado y asesinado. Se preocupa verdaderamente por lo que nos sucede y nos ama tanto que estuvo dispuesto a morir por nosotros. Cristo se acercará a nosotros en donde quiera que estemos, cualquiera que sea el nivel de nuestra necesidad, pecado y desesperación, con el fin de levantarnos más allá de nuestra desesperación. Nos dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo11:28).


5. Compartan con esa persona las “Cuatro leyes espirituales”.


6. Si acepta a Cristo como su Salvador, reitérenle que esta experiencia puede ser el catalizador para generar un cambio real en su vida. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:27).


7. Díganle que para ayudarle a generar este cambio, necesita comenzar a leer y estudiar la Biblia.


8. Aconséjenle que ore, porque la comunicación con Dios es muy importante para lograr el cambio. La oración nos permite confiarle a Dios todas nuestras emociones y nuestros problemas. “Echando toda nuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de nosotros” (1 Pedro 5:7). “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, en acción de gracias” (Filipenses 4:6). Sugiéranle que anote estas citas para que pueda leerlas de nuevo cada vez que lo desee.


9. Anímenle a buscar nuevas amistades, que asista a la iglesia, esto le brindará la oportunidad para adorar, compartir el compañerismo cristiano, estudiar la Biblia y servir, ya que todo esto es importante para dar un nuevo derrotero a su vida.


10. Con la mayor discreción posible; pero tan pronto pueda hacerlo, el asesor debe determinar si la persona tiene realmente tendencias suicidas. ¿Has ingerido pastillas o veneno? ¿Ha llevado alguna vez consigo una pistola con la que haya amenazado suicidarse?


11. Pregúntenle si le gustaría recibir la visita de su líder inmediato o el pastor. No le prometa nada; pero díganle que están dispuestos a hacer todo lo posible a este respecto. Las llamadas de posibles suicidas se deben seguir con sumo cuidado en todas las formas posibles.


12. Si su interlocutor no se ha entregado a Cristo, hagan todos los esfuerzos posibles por animarlo a ello. Díganle que puede actuar, basándose en las explicaciones que les ha estado dando, que la puerta de acceso para llegar a Dios está siempre abierta. Convénzanlo para que pueda asistir a la iglesia, a una célula. Es muy importante que la persona no deje pasar el tiempo.


Asesoramiento para cristianos con tendencias suicidas:


Los cristianos no son inmunes a pensamientos o intentos suicidas. Las situaciones de pecado no resueltas o no confesadas, las situaciones de crisis tales como una decepción profunda, la muerte de un ser amado, un divorcio, la pérdida del empleo, la pérdidad e la salud, un colapso nervioso, etc., pueden precipitar depresiones lo suficientemente graves que impulsen a la persona a un intento de suicidio.


1. Recuérdenle al cristiano que el amor y la protección de Dios son continuos. “…Porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13:5).


2. Recuérdenle también que somos hijos de Dios Juan 1:12.


3. Díganle que Dios sigue perdonándolo. Hagan hincapié en Proverbios 28:13 y 1 Juan 1:9. La confesión trae perdón y restauración de la amistad.


4. Sugiéranle que ponga sus ojos sólo en el Señor y no es los problemas y las circunstancias que lo llenan de tribulación (Véase Mateo 14:27-32 y Proverbios 3:5-6)


5. Sugieran que es importante saturarse de la palabra de Dios: que la escuche, la lea, la estudie, la medite y la aprenda de memoria.


6. Recuérdenle que la oración es una fuente valiosa y forma parte esencial de la vida del cristiano (véase 1 Tesalonicenses 5:17 y Filipenses 4:6,7).


7. Sugiéranle que es importante que pueda asistir al CCLT, donde se enseña la palabra de Dios y que esto le puede ayudar a recuperar su estabilidad emocional. Esta asistencia le abrirá las puertas al compañerismo con personas llenas de amor con las que podrá adorar y trabajar en buena armonía.


8. Oren con esta persona para que Dios se le manifieste con un nuevo significado, llenándole de esperanza y confianza renovada.


Citas Bíblicas:


“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” 2 Corintios 5:17


“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” Mateo 11:28


“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” 1 Pedro 5:7


“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” Filipenses 4:6-7


Mateo 14:27-32


Proverbios 3:5-6


1 Tesalonicenses 5: 17