domingo, 7 de diciembre de 2008

La Obediencia

Cada cristiano tiene la responsabilidad de averiguar cuál es la voluntad de Dios para él y hacerla.
Con frecuencia nos resulta más fácil hacer algo diferente a la voluntad del Señor, desviándonos así de lo esencial y substituyéndolo con una actividad frenética. Sin embargo “el obedecer es mejor que el sacrificio” (1 Samuel 15:22) “Mi comida es que haga la voluntad del que me envío, y que acabe su obra”, dijo Jesús (Juan 4:34)

Nota: Billy Graham dijo: “Sólo mediante una vida de obediencia a la voz del Espíritu, el negarse diariamente uno mismo, la consagración total a Cristo y la comunión constante con el Señor, podemos llevar una vida piadosa y llena de influencia en el mundo pecador que nos rodea”.

El primer paso hacia la obediencia es comprometernos a obedecer a Dios. Josué dijo: “Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad… pero yo y mi casa, serviremos a Jehová” (Josué 24:14-15). Una decisión consciente de obedecer lleva al sometimiento, al principio de la obediencia. “Os ruego que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo… a Dios, que es vuestro culto racional” (Romanos 12:1)

La segunda etapa es la disciplina, porque la obediencia es progresiva y conduce al crecimiento, al vivir bajo la luz que hemos recibido. Se trata de un proceso de aprendizaje. Jesús “por lo que padeció aprendió la obediencia” (Hebreos 5:8)

Conforme maduramos en Cristo y el conocimiento de Su palabra, Dios espera de nosotros una obediencia cada vez más profunda. Al entender las nuevas exigencias, debemos responder de modo inmediato e irrevocable, con el fin de que el Señor pueda revelarnos niveles todavía más profundos de Su voluntad para nuestra vida. Quiere que estemos siempre “llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:5)

Estrategia de Asesoramiento:

1. Una prsona que hace preguntas sobre la voluntad de Dios para su vida y la obediencia a la voluntad del Senor es un cristiano que madura y está interesado en andar más estrechamente con Dios. Felicítenle por su deseo y asegúrenle que Dios está dispuesto a hacerle llegar tan lejos como lo permita su disposición para obedecer a Dios en todo.

2. Dediquen tiempo a escuchar sus preocupaciones y deseos. Quizá sea útil que se refieran a alguno de los aspectos que se desarrollan en los antecedentes, con el fin de darle más ánimos y una buena guía.

3. Inviten a su interlocutor a que se arrepienta de cualquier desobediencia o titubeo. Sólo podemos aspirar a una consagración más profunda si confesamos todos nuestros pecados conocidos.

4. Anímenle a que profundice en la Biblia. No hay atajos en la vida de obediencia. Nuestra mente debe estar siempre dispuesta a descubrir la voluntad del señor. El seguír la disciplina progresiva que se revela mediante la palabra de Dios llevará aparejado el vivir en obediencia al Señor. Debemos tener “hambre y sed de justicia” (Mateo 5:6)

5. Oren con esa persona para que se realice su deseo de obedecer a Dios.

6. Anímenle para que cultive la comunión con cristianos espirituales, en una iglesia en la que se enseñe la Biblia y donde podrá aprender más sobre la voluntad y los caminos de Dios.

Citas Bíblicas:

“Si me amáis, guardad mis mandamientos… El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” (Juan 14:15,21)

“Pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él” (1 Juan 2:5)

“Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctima, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros” (1 Samuel 15:22)

“He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido” (Deuteronomio 11:26-28)

“¿Por qué me llamáis Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” (Lucas 6:46)

1 Pedro 2:13-16.

3 comentarios:

jonnhy dijo...

Pastor primero que nada quiero expresarle que sus publicaciones me ayudan mucho a crecer y comprometerme como creyente me siento muy agradecido a Dios por su vida y su sabiduría deseo que El Señor le siga entregando de esa unción que usted tiene y comparte.

en esta ocasión me gustaría pedirle su consejo en un dilema que tengo desde hace un tiempo y no he podido remediar es el siguiente: soy un joven de 24 años que milito en el Cclt asisto a un discipulado y tengo una célula en crecimiento, hace un mes tome la decisión de comenzar una carrera universitaria de noche porque de día trabajo, fui al cultca el ultimo día de las inscripciones y logre quedar, luego comienzo a estudiar y ese mismo día le comento a mi líder al que respeto mucho y aprecio en sobremanera, y me dice que como es posible que ahora cómo iba a hacer con las cosas de la iglesia etc... y bueno yo le confieso que me desanime mucho con esta nueva faceta de mi vida y siento a mi líder distante luego de eso, ahora bien reviso la palabra y en proverbios me habla de la sabiduría y en marcos me habla de dejarlo todo por seguir al señor, considero que Dios es mi motivo y mi primer amor pero también quiero prepararme para un futuro mejor.... yo sé que puedo estudiar y no apartarme de del Cclt pero mi líder no piensa igual.... estoy confundido no se qué hacer¿?...¿podría usted ayudarme a buscar la mejor solución? porque a todas estas estoy pensando en dejar los estudios y continuar siendo un asalariado más de una nomina menor en la empresa para la que laboro....por favor ayúdeme y perdone las molestias GRACIAS D.L.B

jonnhy flores dijo...

Pastor primero que nada quiero expresarle que sus publicaciones me ayudan mucho a crecer y comprometerme como creyente me siento muy agradecido a Dios por su vida y su sabiduría deseo que El Señor le siga entregando de esa unción que usted tiene y comparte.

en esta ocasión me gustaría pedirle su consejo en un dilema que tengo desde hace un tiempo y no he podido remediar es el siguiente: soy un joven de 24 años que milito en el Cclt asisto a un discipulado y tengo una célula en crecimiento, hace un mes tome la decisión de comenzar una carrera universitaria de noche porque de día trabajo, fui al cultca el ultimo día de las inscripciones y logre quedar, luego comienzo a estudiar y ese mismo día le comento a mi líder al que respeto mucho y aprecio en sobremanera, y me dice que como es posible que ahora cómo iba a hacer con las cosas de la iglesia etc... y bueno yo le confieso que me desanime mucho con esta nueva faceta de mi vida y siento a mi líder distante luego de eso, ahora bien reviso la palabra y en proverbios me habla de la sabiduría y en marcos me habla de dejarlo todo por seguir al señor, considero que Dios es mi motivo y mi primer amor pero también quiero prepararme para un futuro mejor.... yo sé que puedo estudiar y no apartarme de del Cclt pero mi líder no piensa igual.... estoy confundido no se qué hacer¿?...¿podría usted ayudarme a buscar la mejor solución? porque a todas estas estoy pensando en dejar los estudios y continuar siendo un asalariado más de una nomina menor en la empresa para la que laboro....por favor ayúdeme y perdone las molestias GRACIAS D.L.B

José Piñero dijo...

Saludos Anónimo "Jhonny".
Generalmente no solemos publicar todos los planteamientos anónimos en nuestros blogs. Sin embargo haré una excepción en su caso.
Cada uno de nosotros asume el compromiso ministerial en las dimensiones propias de lo que entiende como su llamado y vocación. En mi caso particular mientras estudiaba simultaneamente en el seminario y la universidad, me percaté de que no podía hacer ambas cosas y tuve que decidir entre una y otra. Le pedí consejo a quien entonces era la rectora del seminario y sin dudar me dijo que abandonara el seminario y me dedicara a la universidad. La verdad eso no era lo que yo quería escuchar, pues para mi el ministerio y mi preparación para el mismo eran una pasión, pero todos me decían que este era un camino hacia el hambre y la necesidad. Finalmente no le hice caso, y luego tiempo más tarde tuve la oportunidad de ir a la universidad para estudiar una carrera que aunque no ejerzo, me sirvió como cultura general. Le comento que mi experiencia es muy personal como lo es el caso de cada cual. Así que para ir al grano. Usted hace bien en apelar a otra figura en la iglesia a fin de pedir consejo y evitar desobedecer. Por mi parte no le diré qué hacer, sólo que tiene la libertad de elegir lo que usted considera según su criterio, conciencia, y especialmente su llamado. Si usted hace sacrificios por el ministerio cristiano sin las convicciones que sustenten esa desición, tarde o temprano lo reprochará al líder, y si por el contrario un día piensa que Dios lo había llamado al ministerio y priorizó otras cosas, me reprochará por no darle un consejo radical. Entonces lo mejor es que ore y se haga responsable de su decisión. Si usted considera que puede hacer ambas cosas a la vez, creo que es lo que somos llamados a hacer la mayoría de los cristianos, en mi caso yo mismo fui un pastor cuatrivocacional pues era pastor, profesor en varios liceos, estudiante universitario, y seminarista después de graduado, y aparte tenía ocupaciones en distintas facetas ministeriales. Creo que somos llamados a hacer lo que está en nuestra mano. Dios necesita pastores, pero también científicos, políticos, artistas, etc, etc, etc. Ahora sea lo que sea que escojamos como vocación TODOS, desde nuestras dimensiones y posibilidades debemos ser y hacer discipulos, debemos ser discipulados y discipular a otros. Finalmente le recomiendo que si asume un horario que contraviene sus posibilidades de asistir a su discipulado hable con su líder para que le dé alternativas, y si no puede resolverlo le recomiendo hablar conmigo personalmente pues no le conozco de nombre. Saludos y Bendiciones.