viernes, 18 de diciembre de 2009

Las sectas

Las sectas

¿Qué es una secta? Se trata de un grupo que enseña doctrinas o creencias que se desvían de las que enseña la iglesia cristiana histórica y evangélica. Abundan en verdades a medias o distorsionan la verdad. Lo poco de verdad que utilizan se mezcla con los errores y resulta peligrosa. Las sectas logran engañar a muchos. Pablo dijo lo siguiente: “Porque vendrán tiempos cuando no sufrirán la sana doctrina… y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2 Timoteo 4:3-4). Jesús dijo: “Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos” (Marcos 13:6).

¿A qué se debe la proliferación de las sectas?

Las sectas medran sobre la ignorancia y la incertidumbre. Los cristianos que no saben de quién son, en qué creen o por qué lo creen, son especialmente vulnerables. Las iglesias se muestran blandas en su responsabilidad de enseñar la Palabra de Dios y discipular a los cristianos. Pablo le recomendó a Timoteo: “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” (2 Timoteo 4:2)

Todas las sectas tienen características comunes:

*Una revelación extrabíblica o especial.

A los sesenta y seis libros del Antiguo y el Nuevo Testamento agregan sus propias revelaciones, que son para ellos más importantes que la Biblia. O bien, utilizan una cantidad limitada de pasajes de las Escrituras fuera de contexto, lo que da como resultado interpretaciones erróneas.

La Biblia defiende muy explícitamente su propia integridad. “Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” (Galatas 1:9) (Véase también Apocalipsis 22:18-19)

*La salvación por obras.

Cualquier enseñanza que trata de llevar a las personas a una relación correcta con Dios, aparte de la singularidad de la persona y la obra del Señor Jesucristo, es errónea. Esto puede tomar la forma de un rechazo completo de Cristo y Su obra, o bien, de un rechazo parcial que trata de añadir algo a Su obra. El evangelio es de gracia, ni más ni menos (véase Efesios 2:8-9)

*El rechazo o la falta de reconocimiento completo de Cristo como el Hijo de Dios.

Se le rechaza totalmente o se le relega a un lugar muy inferior al que le corresponde. “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega a Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo” (1 Juan 2:22)

“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo” (1 Corintio 3:11)

“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra” (Colosenses 1:15-16)

“Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten” (Colosenses 1:17)

“Y aquel Verbo (Jesús) fue hecho carne y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14)

“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12)

Estrategia de asesoramiento

1. Para el cristiano que se ha visto engañado para ingresar a una secta.

A. Necesitará asegurar en lo que se refiere a su relación personal con Jesucristo. Es feliz el creyente que puede decir, junto con el Apóstol Pablo: “Porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” (2 Timoteo 1:12)

B. Debe reafirmar constantemente su fe y su entrega al Señor, apegándose a las enseñanzas de la Biblia. “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias” (Colosenses 2:6-8)

C. Necesita estar seguro de identificarse con la congregación de creyentes evangélicos del Centro Cristiano de Los Teques, participar en algún ministerio, sirviendo a Cristo y dar testimonio a las personas que tengan necesidades espirituales. Una persona redimida de una de las sectas puede ser un testigo sumamente eficiente para las personas que permanecen todavía en ellas.

D. Oren con él para que se vea definitivamente liberado de la secta y para que se entregue al Señor Jesucristo y Su palabra.

2. Si tienen que asesorar a algún seguidor de una secta muy enérgico, les resultará necesario tomar el mando de la conversación porque, de lo contrario, tratará de abrumarles con una defensa interminable de la organización y las doctrinas falsas de su secta.

Pueden interrumpirle con una frase como: “Comprendo que todo esto es muy importante para usted; pero permítame hacerle unas cuantas preguntas cruciales”.

A. ¿Qué piensa sobre Jesús? ¿Es el Hijo de Dios? ¿Es el único Salvador? (Utilicen Juan 3:16 y Hechos 4:12)

B. ¿Qué cree respecto al pecado? ¿Es usted pecador? Si no confía en Jesucristo para su perdón, ¿cómo cree poder obtenerlo?

C. Tanto si recibe respuestas positivas como negativas a los puntos anteriores, haga la pregunta más importante de todas:

¿Ha recibido alguna vez a Jesucristo como su Salvador personal? O bien, ¿Conoce el plan de Dios para obtener paz y vida?

D. Animen a su interlocutor para que adopte una posición firme por Cristo, abandonando su secta y todas sus asociaciones anteriores. Es preciso que rompa con el pasado.

E. Animen a esa persona a que asista a la iglesia, que sostenga la posición cristiana evangélica, para que pueda comenzar a leer la Biblia y a ver lo que realmente dice.

F. Oren con él pidiendo su liberación total y su entrega absoluta a Cristo y la Palabra de Dios.

Citas Bíblicas

Profecías sobre maestros falsos y doctrinas impuras:

“Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. Estos son los que causan divisiones; los sensuales que no tienen al Espíritu” (Judas 17:19)

“Porque estos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfrazó como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras”. (2 Corintios 11:13-15)

Cómo discernir el error:

“Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o mirad, allí está, no le creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos. Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes” (Marcos 13:21-23)

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Sios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios; Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios, y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo” (1 Juan 4:1-3)

“…Mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 3:13-15)

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tienen de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15)

“Para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios” (Filipenses 1:10-11)

“Velad y orad, para que no entréis en tentación; en el espíritu a la verdad está dispuesto; pero la carne es débil” (Marcos 14:38)

“Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne” (Judas 20:23).

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